Sentir.
Sentir
es fácil, es lo más sencillo.
Sentir
es natural, es inconsciente, intuitivo. Todo el mundo siente, aunque no se
busque, aunque se evite a golpe de
llantos, de negación. Nadie escapa al sentir, te persigue, te atrapa, te apresa
en un rincón, te consume de felicidad o de amargura, siempre llega,
inexorablemente, despacio o deprisa, de repente o con los años, una vida entera
para sentir, un minuto, siempre llega.
El
sentir es fácil, es lo más sencillo.
Nos
sorprende haciendo otra cosa. A todos nos llega el sentir, pero nos llega el
sentir y se sufre y se ama, con la incertidumbre y el deseo, con la pasión, el desengaño
y las noches en vela. Con las inseguridades y el dolor, el agarrarse a la carne
ajena.
El
sentir es fácil, es lo más sencillo.
Lo
difícil.
Lo
complicado.
Lo
difícil es gritarlo, es interpretarlo, es hablarlo.
Lo
complicado es no temerlo, no
llorarlo, decirlo.
Decir
que lo siento por las noches, que sólo busco algo a mi lado, eso es lo
complicado, que sin quererlo me llega el sentir y sólo busco encerrarlo.
Lo
difícil, lo complicado, es respirarlo, “respira la emoción,” me llega como un
susurro, respira la emoción y espera.
Lo
difícil, quiero decir,
es
comprender que lo esperado
no
es resultado del propio sentir,
sino
del sentir del que se tiene al lado.
Que paséis un feliz Sant Jordi :)